La leyenda de terror DEL KILÓMETRO 1140 (Durango)

Si te gustan las leyendas de carreteras, debes de conocer esta.

Hay una carretera que une tres ciudades principales de Durango, que son las ciudades hermanas de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo en los años 30's (1930), esta carretera tenía un crucero de ferrocarril precisamente donde se encuentra el kilómetro 1140.

Para que te des una idea, esta carretera era una de las principales, por lo que siempre tenía carros circulando en ella.

Lo peligroso, no eran simplemente los choques, o los trailers que circulaban en ella, si no que en el kilómetro 11-40 (como se le conoce), pasaba un ferrocarril, que atravesaba las tres vialidades.

Los primeros accidentes



Las historia de terror comenzaron con los primeros accidentes de conductores impertinentes que morian al tratar de ganarle a la marcha infernal del tren.

De ahí se empezó a correr el rumor de que esta carretera estaba maldita.

Pero fueron dos de estos accidentes que marcaron un antes y un despúes del kilómetro 11-40.

Uno de ellos, fue el de una familia al regresar de un festejo en el Centro "Campestre Lagunero"; la embestidura del tren fue tan fuerte que produjo el fallecimiento de todos los ocupantes del vehículo, entre quienes se encontraba una agraciada señorita hermana de un famoso jugador de baseball de aquellos años.

El segundo accidente que reafirmo la maldición de esta carretera fue el que sufrío un hermosa mujer judía, que era bastante conocida en los circulos de poder y dinero de Durango debido a su gran fortuna; esta mujer manejaba su auto de lujo sobre el cruce del kilómetro 1140, cuando las señales de que el tren iba a pasar se encendieron, esta mujer cometió el error de confiar ciegamente en su automovil, e hizo caso omiso a las señales de que el tren se acercaba con gran furia.

A pesar de tener un buen carro, la maldición se hizo presente... la embestida del tren dejó su carro desecho con ella adentro.

A raíz de este accidente, las personas que pasaban a altas horas de la noche comenzaron a contar que en el kilómetro 1140, se podía ver a una mujer de cabello largo, caminando con un elegante vestido blanco, sóla hasta desaparecer en las vías del tren.

Algunas personas creían que se trataba del alma de la mujer judía que había muerto en el accidente del tren, otros más decían que era la misma muerte que estaba buscando a sus próximas víctimas.

Leyenda Urbana


Cuando el gobierno se dió cuenta que este cruce cada día se hacía más peligroso, decidieron construir un paso a desnivel, como un tipo puente, para evitar que los conductores distraídos o "intrepidos" quisieran ganarle al tren.

Y por mucho tiempo las apariciones y muertes dejaron de ocurrir.

Pero como si se tratara del agua que reconoce su cauce, una noche del año de 1950, las aparición espectral de una mujer vestida de blanco volvió a ser el centro de atención del kilómetro 11-40.

Un taxista que trabajaba por las madrugadas, cuenta que cuando pasaba por el kilómetro 1140, vió una mujer pedir un viaje, al detenerse casi le da un infarto al percatarse que esa mujer no tenía la mitad del cráneo, aparte de que tenía un aspecto pálido, casi blanco, pero lo que más lo impresionó fue su vestido blanco que aunque se veía muy lujoso, se veía antiguo, como si fuera de otra época.

Sin pensarlo pisó el acelerador y al hacerlo terminó chocando con un conductor más adelante.

Desde ese día traileros, taxistas y cualquier conductor que pase después de la media noche, puede sufrir la aparición de este espectro, que parece ser el de una mujer, aunque expertos parasicólogos aseguran que se trata de una energía negativa, oscura que podría ser la de un demonio.

Esta fue la leyenda del Kilómetro 1140 de Durango.

Fin

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